domingo, 27 de noviembre de 2011

El estudio audiométrico


Es una técnica que nos permite conocer el grado de pérdida auditiva (umbral de la audición), el tipo de pérdida (conducción o percepción) y los restos auditivos existentes (zonas frecuenciales aprovechables).

La audiometría se basa en el estudio de los parámetros frecuencia e intensidad, que nos permiten establecer el campo auditivo o espacio acústico.

- La frecuencia de un sonido es el número de oscilaciones por segundo que se producen como consecuencia de una onda sonora.

- La intensidad o fuerza de un sonido viene determinada por la amplitud de su onda, es decir la distancia existente entre dos zonas de máxima y mínima presión.

- El espacio acústico entendido de una manera amplia, sería aquel que está comprendido por todas las frecuencias e intensidades existentes.

A continuación os dejamos un vídeo sobre el funcionamiento del oído:



 Para realizar las audiometrías utilizamos el “audiómetro”, que es un aparato eléctrico, capaz de producir o reproducir estímulos sonoros y que recoge gráficamente los resultados en un audiograma.


La exploración se puede realizar por vía aérea, vía ósea y a campo libre, siempre en cámara insonorizada, con objeto de evitar sonidos ambientales ajenos a la exploración.
El principal objetivo de la audiometría es obtener los niveles mínimos de intensidad a los que el sujeto explorado es capaz de percibir estímulos sonoros.

Audiometría tonal

La audiometría tonal por vía aérea explora mediante unos auriculares que se le colocan al sujeto, el nivel mínimo de audición que percibe, realizando un recorrido exhaustivo por todas las frecuencias e intensidades disponibles.

La exploración por vía ósea se realiza utilizando el mismo procedimiento, salvo se utiliza un vibrador en lugar de los auriculares, colocando este sobre el mastoides del oído. El sonido se transmite así, directamente al oído interno, eliminando la función del oído externo y medio.

Audiometría vocal

La audiometría vocal tiene como finalidad, determinar el nivel de captación y de discriminación del oído para el lenguaje, sencillamente consiste en conocer la capacidad del sujeto para entender la palabra humana a diferentes niveles de intensidad.
La prueba determinará el “umbral de inteligibilidad” y sus resultados se reflejarán en una gráfica.
La audiometría vocal establece la capacidad de comprensión del oído ante los fonemas, mientras que la audiometría tonal solamente determina la capacidad de captación de tonos.

Audiometrías infantiles

Existen otras audiometrías en las que la colaboración del paciente no supone una explicación y conocimiento de los procedimientos exploratorios, sino que se condiciona al niño para responder ante juegos o imágenes. Estas pruebas se realizan en niños de corta edad, donde su desarrollo comprensivo no permite realizar adecuadamente audiometrías tonales. Sin desarrollar su aplicación, podemos nombrar las más comunes:
  • Audiometria de Reflejo de Orientación Condicionado (R.O.C.)
  • Audiometria Peep-Show
  • Audiometria lúdica


La acumetría

La audiometría instrumental clásica con diapasones (acumetría), es una exploración de gran utilidad para averiguar de forma sencilla y rápida, si la lesión que produce la pérdida auditiva, se asienta en el oído externo o medio (hipoacusia de conducción) o bien en el oído interno (hipoacusia de percepción). Su importancia pues, no se centra en hallar el umbral de audición del sujeto, sino en realizar un topodiagnóstico, que nos permita localizar la lesión.




Existen diversas pruebas acumétricas con diapasones pero las más usadas son:

o       Prueba Weber

La prueba consiste en hacer vibrar el diapasón preguntándole al sujeto en que oído percibe con más intensidad el sonido y así determinar que tipo de lesión tiene.

o       Prueba de Rinne

El objetivo de esta prueba es comparar la vía aérea con la vía ósea, estableciendo la diferencia de tiempo de audición entre ambas vías.
Se coloca el mango diapasón en la mastoides del sujeto examinado, pidiéndole que nos diga cuándo deja de percibirlo; a continuación acercamos las varillas del diapasón al pabellón auditivo pidiéndole que nos diga si percibe aún por vía aérea.
- Si el sujeto sigue oyendo el diapasón por vía aérea, aunque halla dejado de percibirlo por vía ósea, la prueba de Rinne es positiva y existe una audición normal o una hipoacusia de percepción.

- Si el sujeto no percibe la vibración del diapasón por vía aérea más tiempo que por vía ósea, la prueba de Rinne es negativa y existe una hipoacusia de transmisión.

o       Prueba de Scwabach

La prueba se fundamenta en el tiempo de percepción de un sonido por vía ósea, entre el sujeto examinado y el examinador (con audición normal). Se coloca el diapasón en vibración sobre la mastoides del sujeto examinado, pidiéndole que nos indique cuando deja de percibir el sonido, en ese momento se coloca el diapasón sobre la mastoides del examinador, comprobando si se sigue percibiendo sonido. Para comprobar si la audición del sujeto examinado es normal o patológica. La prueba es complementaria al Weber y al Rinne.




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